Vinos clásicos e innovación: las nuevas tendencias en vinos

El mundo del vino es fascinante y hay muchos datos interesantes y poco conocidos sobre su historia, su proceso de elaboración y las técnicas de envejecimiento. Con el tiempo, van surgiendo nuevas innovaciones de las diferentes técnicas y, desde Algil Bodegas y Viñedos, queremos que estés al tanto de ellas, ofreciéndote desde nuestro espacio algunos de estos datos, desde la historia de la fermentación hasta las nuevas tendencias en la elaboración de vinos clásicos.

¿Conoces cómo es el proceso tradicional de fermentación de la uva?

La fermentación es el proceso clave en la producción del vino. En la época de mis abuelos, la fermentación del vino se realizaba de manera natural gracias a la presencia de levaduras silvestres que se encontraban en las uvas y en el ambiente. Las uvas eran recolectadas y se trituraban para obtener el mosto, dejándolo en grandes vasijas de cerámica o barricas de madera, donde las levaduras iniciaban el proceso de fermentación.

Estas levaduras se alimentaban del azúcar que se encontraba en el mosto, transformándolo en alcohol y dióxido de carbono. Este proceso podía durar varios días o incluso semanas, dependiendo de la cantidad de azúcar y de la temperatura ambiente.

Durante el proceso de fermentación, se producían también otros compuestos que daban al vino su sabor, aroma y color característicos. Estos podían variar de un vino a otro, dependiendo de la variedad de la uva utilizada, el terroir y las condiciones de fermentación.

Aunque la fermentación natural tenía sus ventajas, como la producción de vinos más complejos y únicos, también presentaba algunos inconvenientes, como por ejemplo la falta de control en el proceso, ya que podía dar lugar a problemas de calidad en el vino, como la oxidación o la contaminación por bacterias.

Con el tiempo, los enólogos descubrieron que podían controlar la fermentación del vino utilizando levaduras seleccionadas y controlando la temperatura y el pH del mosto, lo que permite producir vinos más consistentes y de mejor calidad.

¿Qué tendencias han cambiado en la elaboración de vinos?

Uno de los avances más notables en la fermentación del vino es la utilización de tanques de acero inoxidable en lugar de barricas de madera. Estos tanques son más fáciles de limpiar y mantener, lo que facilita una mayor higiene y control en el proceso de fermentación. Además, estos tanques no transfieren sabor al vino, lo que permite que el sabor y aroma de las uvas sean más puros.

Otra innovación es la selección de levaduras específicas para el proceso de fermentación, es decir, en lugar de confiar en las levaduras silvestres, ahora podemos elegir una levadura que se adapte mejor a las uvas y a las condiciones de fermentación. Esto posibilita un mayor control sobre el proceso de fermentación y produce vinos más consistentes.

Los tanques de concreto también son una buena opción para la fermentación del vino. Ofrecen una estabilidad térmica excepcional, lo que significa que la temperatura no fluctúa tanto como otras opciones de fermentación. Además, la porosidad del concreto permite una microoxigenación natural, lo que da al vino una textura y complejidad adicionales.

En algunas bodegas, se utilizan robots y tecnología avanzada para controlar el proceso de fermentación, lo que permite una mayor precisión en la medición y control de factores como la temperatura, el pH y la densidad del mosto, lo que resulta en una mayor calidad y consistencia en el vino.

Otra técnica de fermentación cada vez más popular es la fermentación con pieles. En este proceso, las uvas se maceran con sus pieles antes de la fermentación, lo que permite que el vino adquiera una mayor complejidad de sabor y textura, ya que los compuestos en las pieles se transfieren al vino durante la fermentación.

¿Cómo lo hacemos en Algil Bodegas y Viñedos?

En Algil Wineries and Vineyard damos tanta importancia al envejecimiento del vino que al proceso de fermentación, pues es durante la crianza donde el vino adquiere su forma. Todos nuestros vinos, incluso los más jóvenes, pasan por un proceso de envejecimiento en barrica. Este proceso aporta una microoxigenación y una adición de tanino, que actúa como conservante natural de la madera y permite que los vinos tengan una mayor longevidad.

Como parte de nuestra tendencia, utilizamos recipientes de madera más grandes, depósitos de hormigón, ánforas cerámicas y vasijas de barro. De esta manera, evitamos aportar sabores a madera y logramos que nuestros vinos tengan un sabor más frutal.

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