Una nueva ola de renovación, de interpretaciones personales, de sutileza y de marcado carácter innovador recorre los campos y viñedos de Toro.
Me crie y crecí rodeado de viñas. En esencia, soy parte de este mundo y no concibo otra vida sino es rodeado de las cepas que apuntan al cielo, entre los suelos pedregosos y arenosos de Toro.
Tras haberme formado y trabajado en diferentes bodegas de la zona -entre ellas 12 años en el grupo Tempos Vega Sicilia-, en el año 2017 decidí desarrollar este proyecto personal que desde bien pequeño ya tenía en mente. Un camino de aprendizaje que nunca termina y que continúo al ritmo que me marca cada ciclo de la vid.
Mi objetivo, como el de muchos bodegueros en la zona, es conseguir plasmar toda esta corriente vanguardista dejando paso a unos nuevos Toro. Nuevos vinos que respeten la tradición que ha hecho grande a esta denominación, pero con una mirada siempre puesta en el futuro: un futuro que promete ser apasionante.